Boletín 045

Quito, 26 de noviembre de 2025

El Ministerio de Economía y Finanzas, mediante una gestión técnica y acertada, concretó la aprobación de un financiamiento de USD 300 millones por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para fortalecer el sistema eléctrico nacional. El programa se enfocará en modernizar y aumentar la capacidad de la red de transmisión y distribución de electricidad.

El proyecto incluye como prioridad ampliar el acceso eléctrico en la Amazonía con obras de extensión de red y se estima que más de 5.600 hogares de zonas rurales y urbano-marginales puedan conectarse al servicio eléctrico hacia 2031, reduciendo brechas históricas y promoviendo una transición energética más justa e inclusiva.

El programa financiará inversiones clave en transmisión, distribución y ampliación del acceso a la energía eléctrica. Entre sus componentes estratégicos se incluye la modernización y digitalización de centros de control, la actualización de subestaciones y la incorporación de nuevas tecnologías de medición y supervisión.

Además, se repotenciarán más de 700 km de líneas de transmisión con conductores avanzados, lo que permitirá incrementar la capacidad del sistema y facilitar la integración de nueva generación, especialmente de fuentes renovables.

Adicionalmente, se reforzarán subestaciones y se modernizarán centros de control en el sector de distribución, incluyendo mejoras para integrar generación distribuida en territorios como San Cristóbal, en las Islas Galápagos. Estas inversiones se enmarcan en la iniciativa Amazonía Siempre del Grupo BID, orientada al desarrollo sostenible, la conservación de los bosques y la mejora de la calidad de vida en la región.

El financiamiento aprobado combina US$270 millones de recursos de Capital Ordinario del BID —con un plazo de amortización de 22,5 años, período de gracia de 8 años y tasa variable basada en SOFR— y US$30 millones del Fondo Paralelo de Tecnología Limpia (CTF), otorgados en condiciones concesionales, con una tasa de 1,19% y un plazo de 20 años.

Esta operación también contribuirá a la reducción de 1,3 millones de toneladas de CO2, al desplazar el uso de combustibles fósiles tradicionalmente necesarios para sostener la calidad del servicio.

Con este nuevo respaldo internacional, Ecuador avanza en la construcción de una infraestructura energética moderna, robusta y preparada para enfrentar los desafíos del cambio climático, impulsando el desarrollo económico y social del país.